Un revoltijo de materiales. Visualidad, tacto y escucha documentales sobre la actividad minera

Irene Depetris Chauvin


Palavras-chave: cine experimental, minería, afecto, escucha, tacto


“Los estratos de la tierra son un museo revuelto”, decía Roberth Smithson, un artista norteamericano referente del landart o earthework que abordaba zonas mineras. Con un marcado interés en los procesos geológicos e industriales que afectan al paisaje, Smithson destaca que, al ver las ruinas producidas por el capitalismo, los individuos se enfrentan a una “lógica en escombros”: los procesos de destrucción y sedimentación de la tierra figuran especies de “mapas destrozados que trastornan nuestros límites históricos del arte”. En la actualidad, la mirada sobre lo mineral ha cobrado relevancia en el cine latinoamericano con trabajos como los de Kiro Russo (Bolivia). con sus películas Viejo calavera (2016) y El gran movimiento (2022), o La cordillera de los sueños (2019), de Patricio Guzmán, que cierra la trilogía de los paisajes chilenos. Sin embargo, es la reflexión femenina sobre los territorios mineros de las llamadas “zonas extractivas” (Gómez Barris) la que permite explorar la dimensión sonora, textural y matérica del cine experimental para –al modo del arte geológico de Smithson — volver a reactivar “el museo de archivos revueltos” y sus temporalidades híbridas.

Comprendiendo, con Laura Marks, que los sentidos son una importante fuente de conocimiento, en este ensayo quiero pensar con cineastas que apuestan por un desmarque de la jerarquía del ojo, y del “modo óptico de mirar”, por sobre otros sentidos y que, desde ese lugar, se abren a dar cuenta de espacios devastados, abrazando paisajes, naturaleza, vida animal y mineral junto con humanos cuyas voces se presentan en los documentales. Así, en paralelo al modo sensible de leer los efectos de la infraestructura y la geología sobre la tierra, me interesa pensar cómo películas como Idade da pedra (2013) y Olhe bem as Montanhas (2018) de Ana Vaz (Brasil) o Río Turbio (2022) de Tatiana Mazú González logran volver a movilizar política y afectivamente ese “revoltijo de materiales” desde un modo sensorial que, si parte del régimen visual científico o técnico y sus formas de aprehender el territorio, se desplaza a modos alternativos de conocer e imaginar esos espacios de extracción minera por medio del tacto y la escucha. En un movimiento que va de la infraestructura a la geohistoria Olhe bem as Montanhas se vale de la potencia sensorial y epistémica del tacto. La “visualidad háptica” (Marks) del registro en 16mm y la cámara móvil “abren el pasado” y destraban temporalidades híbridas que habían sido borradas por el discurso utópico del desarrollismo extractivista. Por otro lado, por medio del uso poético y político del sonido, Río Turbio hace aflorar capas geológicas del pasado-presente, detona un espacio y se presenta como una “máquina de guerra” que revela indicios de una cartografía de lo posible cuando utiliza las interferencias sonoras para impugnar la linealidad teleológica del imaginario fósil (Vindel) y, por lo tanto, su capacidad de construir sentidos unívocos.

En mi trabajo el interés por reflexionar sobre el espacio en el cine implica no sólo una concepción representacional –es decir, la existencia de un espacio real del mundo que sería presentado miméticamente en la imagen fílmica–, sino también pensar en las tensiones que la imagen pone sobre esta expectativa de representación (Depetris Chauvin, 2019). En el cine de Ana Vaz y Tatiana Mazú, como en otras directoras jóvenes latinoamericanas, es la inflexión afectiva y sensorial la que modula esa tensión productiva entre la captura de lo real y el artificio. En estos casos, la contingencia de forma, materialidad y temporalidad –que acerca el cine a la geología (Litvintseva)— nos lleva a pensar en cómo espacios reales, las minas de carbón de Santa Cruz (Argentina) o las de hierro en Minas Gerais (Brasil), son rearticulados por Vaz y Mazú desde una premisa sensorial y afectiva que es también política. Las imágenes fílmicas modifican e influyen en nuestra propia experiencia en estos espacios porque, fabricando espacios posibles, el cine opera nuevas imaginaciones de futuro. Por medio de los marcos sensoriales texturales y sonoros, las películas van tramando un afecto terrestre, un modo de vincularnos, escuchar o tocar, el territorio más allá de las lógicas extractivas que no reordena los estratos de la tierra ni disciplina el desborde de los archivos humanos de historias sobre la misma.


Bibliografía

  • Depetris Chauvin, Irene. 2019. Geografías afectivas. Desplazamientos, prácticas espaciales y formas de estar juntos en el cine de Argentina, Chile y Brasil (2002-2017). Pittsburgh: Latin America Research Commons.
  • Gómez-Barris, Macarena (2021). La zona extractiva. Ecologías sociales y perspectivas descoloniales. (Catalina Arango Correa, Trad.). Metales pesados.
  • Litvintseva, Sasha. 2022. Geological Filmmaking. London: Open Humanities Press.
  • Marks, Laura. The Skin of The Film: Intercultural Cinema, Embodiment, and The Senses (Duke, 2000).
  • Munro, Kim. 2017. “Rethinking first-person testimony through a vitalist account of documentary participation”. Frames Cinema Journal 12, 1-15.
  • Ochoa Gautier, A. M. (2016). “Acoustic Multinaturalism, the Value of Nature, and the Nature of Music in Ecomusicology”. Boundary 43(1): 107–141.
  • Smithson, Robert, 2018. “Una sedimentación de la mente: proyectos terrenos”; “El spiral jetty” en Selección de escritos. Editorial Alias, México.
  • Vindel, Jaime. 2020. Estética Fósil: Imaginarios De La Energía Y Crisis Ecosocial. Arcadia: Barcelona.


Nota Biográfica


Irene Depetris Chauvin
Irene Depetris Chauvin earned her Ph.D. in Romance and Visual Studiesin 2011 at Cornell University with a dissertation that questions representations of youth vis-à-vis neoliberal discourses in Argentina, Brazil, and Chile. She currently works as a Researcher at the University of Buenos Aires and at the CONICET. She has published articles on youth, market culture and affectivity in contemporary narrative and cinema, on memory studies, and on geographical and urban imaginaries. She is the author of Geografías afectivas. Desplazamientos, prácticas espaciales y formas de estar juntos en el cine de Argentina, Chile y Brasil (Pittsburgh, LARC, 2019) and has recently co-edited two volumes: Más allá de la naturaleza. Imaginarios geográficos en la literatura y el arte latinoamericano reciente (Ed. Alberto Hurtado, Chile, 2019) and Afectos, historia y cultura visual Una aproximación indisciplinada (Prometeo, Buenos Aires, 2019).


Irene Depetris Chauvin
Irene Depetris Chauvin obteve seu doutorado em Estudos Românicos e Visuais em 2011 na Universidade Cornell com uma dissertação que questiona as representações da juventude vis-à-vis os discursos neoliberais na Argentina, no Brasil e no Chile. Atualmente trabalha como Pesquisadora na Universidade de Buenos Aires e no CONICET. Publicou artigos sobre juventude, cultura de mercado e afetividade na narrativa e no cinema contemporâneos, sobre estudos de memória e sobre imaginários geográficos e urbanos. É autora de Geografías afectivas. Desplazamientos, práticas espaciais e formas de estar juntos no cinema da Argentina, Chile e Brasil (Pittsburgh, LARC, 2019) e recentemente co-editou dois volumes: Más allá de la naturaleza. Imaginarios geográficos en la literatura y el arte latinoamericano reciente (Ed. Alberto Hurtado, Chile, 2019) e Afectos, historia y cultura visual Una aproximación indisciplinada (Prometeo, Buenos Aires, 2019).


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